Considero que se requieren relatos polifónicos, cargados de experiencias vividas, de memoria, de pasados múltiples que se conecten para romper el aislamiento que han producido y provocado a través de descripciones monofónicas del presente que frustran por su carga dramática. Por ejemplo el peso del conflicto y el drama de las víctimas enfocados sólo en el dolor. Se propone una descripción de lo ocurrido en sus paisajes, a través de una mirada plural.

Esta es una propuesta vital que como un tejido enlaza, primero un reconocimiento de los territorios y de sus habitantes, de comunidades que perviven en medio de difíciles condiciones. Reflejando el valor de la lucha, de los sueños y de acciones colectivas.

El relato oficial, consignado en casas de la Memoria que buscan rescatar el sentido de independencia, las nuevas repúblicas, los conflictos pasados y recientes, representa una patología, en la que la muerte es consumida en los relatos hegemónicos como una constante, se presentan una sola vía, un camino único, de tradiciones populares frente a directrices oficiales. De una manera pasional, poco racional. Se muestran hechos aislados, como eventos que marcan la historia, olvidando eso que Unamuno llamaba la intrahistoria.

Las personas que nos acompañarán con sus testimonios y sus experiencias de vida han sido líderes comunitarios, sociales, que han trabajado en pro de la comunidad. Ilustrando cuál ha sido esa forma de Progreso alcanzado en sus territorios y como han asumido el progreso implantado por modelos oficiales nacionales y transnacionales.